- Año: 2013
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Wanderer’s Lodge es un pequeño pabellón situado entre árboles en el jardín de una antigua propiedad de “indianos” en el norte de España. En su uso diario carece de un programa estable y se puede utilizar alternativamente como cobijo, almacén, merendero, garaje, lugar para siestas, hogueras o barbacoas, pequeño teatro, etc. Las particulares condiciones climáticas de la zona, caracterizadas por una omnipresente lluvia y humedad, han sugerido una construcción ligera de fácil montaje y capaz de reflejar la cercanía de los árboles y la casa principal, haciéndose presente a través del contraste entre una pieza pulida y simétrica y un fondo natural y exuberante.
Conceptualmente, la organización tectónica del pabellón es la superposición de tres bandas de raíz alegórica, que simbolizan sucesivamente el terreno (la piedra del muro de mampostería); el agua (representada por el acero inoxidable de los apoyos), y la luz gris del norte (manifestada en la cubierta blanca que aparenta levitar). Diseñado para una familia joven de nómadas contemporáneos que habitan la casa intermitentemente, este refugio celebra la presencia dialéctica del agua y el fuego como medios para fijar la experiencia sensorial al lugar y al momento.
La composición estructural es la propia arquitectura del pabellón, igualándose construcción, imagen y percepción como situaciones idénticas. La pieza se ejecuta a partir de perfiles normalizados y repetidos de tipo IPE y HEB, manufacturados en taller y montados sobre un muro preexistente de mampostería. Sobre esta estructura metálica, que se deja vista y pintada en blanco, se forma una cubierta plana de caída única a base de panel sándwich, lámina impermeabilizante y canto rodado de mármol. Hacia el interior, un techo de madera de pino atornillado sobre los IPE se pinta asimismo en blanco para acentuar la luminosidad. Dos lucernarios circulares de 120cm. de diámetro introducen una luz acuosa y a su través, mirando hacia arriba, se pueden observar los árboles y el cielo. Los pilares verticales se unifican dos a dos para formar unos esbeltos apoyos que, gracias una envolvente de acero inoxidable pulido de 2mm. de espesor, desaparecen visualmente reflejando el entorno inmediato y acentuando la condición flotante de la cubierta. Todos los elementos se prefabrican en taller y se ensamblan en obra por un único contratista local en dos semanas.